Aventuras de Tintín y Milú Wiki
Advertisement
El Cetro de ottokar

El Cetro de Ottokar es el octavo cómic en las Aventuras de Tintin por Hergé. Fue originalmente publicado como Tintín en Syldavia en Le Petit Vingtième entre 1938 y 1939.

Argumento

La historia comienza con Tintín encontrando un maletín perdido y devolviéndoselo a su dueño, el profesor Néstor Halambique, el cual es sigilógrafo, un experto en sellos y quien, el mismo día, va a acudir al Congreso Internacional de Sigilógrafos. Él le muestra a Tintín, su colección personal de sellos, entre los cuales, uno que pertenece al Rey de Syldavia, Ottokar IV. Tintín nota enseguida que tanto él como Halambique están siendo vigilados. Sospechando que existe una conexión con Syldavia, Tintín se ofrece a acompañar al profesor a Syldavia por Frankfurt y Praga para investigar.

Un paquete es recibido al piso de Tintin. Hernández y Fernández lo custodian, mientras Tintin está fuera, y deciden abrirlo. Al abrirlo, casi mueren, descubriendo que dentro del paquete había una bomba. Tintin entonces llega al piso, y desde su ventana ve a los culpables. Tintin, Hernandez y Fernandez, persiguen a los culpables, pero fallan en el intento. Las sospechas de Tintín crecen aún más cuando, al hablar con Halambique por teléfono, escucha unos gritos de auxilio y ruidos de lucha. Entonces, sale corriendo al apartamento del profesor y lo encuentra tranquilo y preparando su ropa para el viaje.

Después de subirse al avión, Tintín comienza a sospechar de su compañero. El profesor Halambique que viaja con él, no fuma y no necesita de lentes para ver, mientras que el profesor Halambique que conoció primero fumaba y necesitaba de lentes. Durante una escala, simula una caída y agarra la barba de Halambique pensando que es falsa y que es un impostor. Sin embargo, resulta ser una barba verdadera. Tintín decide entonces abandonar el tema, pero mientras sobrevuelan por Syldavia, el piloto del avión abre una trampilla y Tintín cae, aterrizando en un carro lleno de paja. Tintín comienza a sospechar de que hay una conspiración en marcha para robar el cetro del Rey Ottokar IV. En Syldavia, el Rey debe poseer el cetro o será forzado a abdicar, una tradición establecida después de que Ottokar usara el cetro para derrotar a un aspirante a asesino. Todos los años es obligado a desfilar en el Día de San Vladimir, llevando el cetro con él, mientras la gente canta el himno nacional. Tintín logra advertir al Rey Muskar XII de rechazar las ofertas de los conspiradores. Él y el rey se apresuran a ir a la sala del tesoro real, y encuentran a Halambique, al fotógrafo real y algunos guardias inconscientes, y el cetro desaparecido.

Los detectives Hernández y Fernández son llamados a investigar el caso, pero su teoría acerca de la forma en la que fue robada el cetro, - el ladrón lanza el cetro a través de los barrotes de hierro de la ventana -, resulta ser incorrecta. Luego, Tintín descubre una cámara con muelle en una tienda de juguetes en la ciudad y ésto le da la prueba que necesita. El profesor Halambique había pedido unas fotos del cetro, pero la cámara tenía un muelle que pasaba desapercibido, lo que le permitió disparar el cetro fuera del castillo, a través de los barrotes de la ventana en un bosque cercano.

Mientras busca en el bosque, Tintin ve el cetro en manos de los agentes del país vecino, Borduria. Él los persigue hasta la frontera y les quita el cetro. En el bolsillo de uno de los ladrones, descubre papeles que muestran que el robo del cetro es solo parte de un plan para dar un golpe de Estado en Syldavia, realizado por su eterno rival político, Borduria. Tintín roba un Me-109 de un aeródromo de Borduria (cuyo escuadrón está listo para el "Anschluss" de Syldavia) para volar de vuelta al Rey a tiempo. Es derribado por los sildavos, quienes abren fuego al ver un avión enemigo cruzar sus cielos. Aterriza de forma segura y realiza el resto del viaje a pie a la capital, Klow.

Mientras tanto, el Ministro del Interior informa al Rey, que los rumores acerca del robo del cetro, se han extendido y que se han producido disturbios contra locales bordurios, actos que podrían justificar una adquisición borduria del país. El Rey va a abdicar cuando Milú entra corriendo con el cetro (el cual había caído del bolsillo de Tintín) y se lo dan al Rey.

Tintin le da al Rey los papeles que cogió del bolsillo del hombre que había robado el cetro. Los papeles demuestran que la conspiración fue ideada por Müsstler, líder del Zyldav Zentral Revolutzionär Komitzät (Comité Central Revolucionario Syldavo), una organización política. El Rey toma las medidas oportunas: Müsstler y sus colaboradores son detenidos, y el ejército es movilizado a lo largo de la frontera Borduria. En respuesta, el líder Bordurio trae a sus tropas de vuelta a la frontera, aunque insiste en los "deseos de paz" de su país y critica el "extraño" comportamiento de Syldavia (en la misma habitación hay un mapa, y detalles de la invasión planeada de Syldavia).

Al día siguiente, en el Día de San Vladimir, es condecorado como caballero de la Orden del Pelícano de Oro, el mayor honor de la nación. Es el primer no-syldavo en recibir un premio tan grande. En otras investigaciones, llevadas a cabo por las autoridades, éstas revelan que en un dispositivo rutinario de investigación, el profesor Halambique es uno, de una pareja de mellizos idénticos: Nestor Halambique fue secuestrado y reemplazado por su hermano Alfredo, el cual fue a Syldavia en su lugar.

Finalmente, Tintín y Milú regresan a casa en un hidroavión con Hernández y Fernández, los cuales sufren un momento de pánico cuando el aparato parece estar cayendo en el mar al final del vuelo. El lector ve un guiño que Tintín le hace a él, quien señala su error, y se ríen de ello tanto que al final, sin darse cuenta, acaban cayendo al mar.

Apariciones

Personajes

Localizaciones

Curiosidades

  • Es la primera ocasión en la que Tintín conocerá en persona a Bianca Castafiore y a Igor Wagner.
  • Es la primera ocasión en la que Tintín conocerá a Boris Jorgen. El otro encuentro será en el cómic Aterrizaje en la Luna.
  • Un amigo inspiró esta historia a Hergé, sin que éste supiera que el cetro de Ottokar existió en la realidad. Es más, cuando en 1976 restauraban la catedral de Saint Vitus en el castillo de Praga encontraron el cetro de Ottokar II, rey de Bohemia de la dinastía de los Přemyslida.
Advertisement