Hernández y Fernández son una curiosa pareja de ineptos detectives idénticos, gemelos, pero no tienen ningún parentesco familiar, de la policía secreta de Scotland Yard aparece fugazmente por primera vez en "Tintín en el Congo", pero cuando empiezan a intervenir de verdad en "Los cigarros del Faraón". A partir de aquí acompañarán a Tintín en casi todas sus aventuras, con una actuación más o menos afortunada, pero siempre con tonelada la buena voluntad y toda la ingenuidad del mundo. Son hermanos gemelos y sólo se distinguen por la forma como termina el bigote. Siempre van con trajes y sombreros negros y sus inseparables bastones, y cuando se quieren camuflarse vistiéndose de marinero, chino o árabe se convierten en el centro de las miradas por sus exageradas indumentarias. Su principal deber es hacer cumplir la ley, pero su increíble ingenuidad junto con su mala suerte les lleva a meter la pata continuamente hasta el punto de llegar a detener su amigo Tintín injustamente. Esta pareja tanto inocente como divertida ha vivido aventuras y anécdotas tan diferentes como el Aterrizaje en la Luna o en el episodio Tintín en el país del Oro Negro, los detectives toman erróneamente una sustancia llamada "Fórmula-14" creyendo que es la aspirina. Este producto químico hace que el pelo crezca rápidamente y el cambio de color.
Aunque son muy similares en apariencia, estos dos detectives no son en absoluto relacionadas entre sí.
Curiosidades[]
- La noticia del diario francés “Le Miroir”, aparecen dos agentes de la policía francesa et australiano que detienen a un peligroso delincuente, Hergé sacó la inspiración para crear a los detectives Hernández y Fernández.
