El inventor suizo Auguste Piccard sirvió de inspiración a Hergé para la creación del profesor Tornasol.
El profesor Silvestre Tornasol es un gran sabio, científico, profesor, inventor, químico, médico nuclear, biólogo, hombre del espacio y tiene un problema de sordera que no oye muy bien y responde "No, joven, yo no estoy loco!", lo que lo hace un personaje divertido ya que siempre interpreta cosas diferentes de las que le dicen y eso provoca más de algún malentendido. Sin embargo domina campos científicos como la ingeniería, la física, la química y la horticultura que inventa muchos dispositivos sofisticados utilizados en la serie, como un submarino de una sola persona en forma de tiburón, el cohete lunar y un arma de ultrasonidos, y nunca se separa de su amado péndulo. Es un personaje imprevisible ya que es bastante tranquilo pero también tiene arrebatos histéricos, y siempre muestra una gran admiración por las señoras. Su primera intervención fue en "El tesoro de Rackham el Rojo" donde ayudó a nuestros amigos a encontrar el deseado tesoro. A partir de aquí participó en muchas de las aventuras de Tintín, donde tuvo un papel destacado en "Las 7 bolas de cristal" y "El templo del Sol" cuando fue raptado por los incas por haber cometido un sacrilegio por colocar una pulsera de Rascar Cápac en su muñeca, en "Objetivo: la Luna" y "Aterrizaje en la Luna" donde participó en el diseño del cohete y en las exploraciones lunares, y en "El asunto Tornasol" donde su aparato de ultrasonidos causó el enfrentamiento entre bordurios y syldavos para conseguirlo.